Nuestra rutina diaria era la siguiente: nos levatábamos a las ocho y de ocho y media a nueve desayunábamos. A continuación empezaban las clases de inglés con las profesoras del albergue; hacíamos un descanso de media hora, de 12 a 12 y media y nos íbamos a ensayar con Teresa y Andrea las obras de teatro sobre planetas, animales y plantas. Al acabar comíamos y despues teníamos un descanso de una hora. Posteriormente nos separaban en grupos y hacíamos actividades de plástica y juegos para aprender vocabulario. Merendábamos y tras otro recreo, volvíamos a tener clase con las profesoras del albergue. A las nueve cenábamos y luego nos reuníamos en el salón para hacer actividades diversas (presentar trabajos, bailar, jugar, ver una película...). A las once nos íbamos a la ama y hablábamos hasta que nos dormíamos.
Durante esta semana nos hemos divertido mucho. Teníamos que buscar medios para poder comunicarnos con las profesoras, porque no sabían español, y nos hacíamos entender con gestos o dibujos. Los profesores han sido muy simpáticos, agradables y, sobre todo, muy divertidos al igual que los compañeros de Pontevedra. Siempre estábamos activos y no teníamos tiempo de aburrirnos, eso era genial; pero la actividad que más nos ha gustado ha sido los trabajos que hemos hecho y presentado al resto de los grupos en la iglesia. También ha sido estupendo conocer a los niños y niñas de Pontevedra y hacer nuevos amigos. A pesar de todo ha habido algo que no nos ha gustado mucho como algunas comidas y las discusiones entre algunos niños. Ha sido una experiencia estupenda y nos gustaría volver otra vez.
(El texto de esta noticia ha silo redactado colectivamente por el alumnado de 5º curso)
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